Cadenas Productivas.

Marzo 2014

Se establece la denominación de Cadena Productiva a la estructura representativa que conforma un proceso integral de transformación en sus diferentes fases, de la materia prima en un bien o producto terminado para el consumo. Los nodos de dicha cadena, representan los entes productivos ya sean por el proceso de producción en sí, o un grupo de unidades económicas que ejecutan dichos procesos de transformación; y la relación entre los eslabones expresan el intercambio de bienes intermedios, dejando en evidencia las relaciones de dependencia.

Dentro del sistema socio-económico las Cadenas Productivas pueden estar configuradas de diversas formas según el contexto de estudio, las más utilizadas están basadas en la relaciones proveedor-consumidor, determinadas por los insumos que se requieren para la elaboración de un bien, así como los clientes a los cuales se le suministran dichos productos intermedios. Ahora bien, existen otros componentes dentro del sistema socio-económico que pueden configurar la Cadena Productiva, como lo son los entes financieros, de innovación, de acopio y distribución; todos ellos juegan un rol importante dentro de la dinámica económica del país, el cual como se ha explicado en artículos anteriores es imperante la planificación de la producción nacional, con miras a reencontrar al productor con sus medios de producción y de esta forma colocar al ser humano como ser social en su aspecto laboral y no como mercancía.

Sobre un modelo estático en sus relaciones podemos observar el comportamiento histórico de producción, en los intercambios de producción, ahora bien, para responder las interrogantes de ¿Qué producir? y ¿En qué momento? Sirve de ejemplo para establecer parámetros a los entes de financiamiento involucrados en la Cadena Productiva, así como los entes de innovación que puedan proveer tecnologías que aporten a la mejora de los procesos productivos, así como nuevos modos de organización en el acopio y distribución de bienes.

La estructura de costos de un bien involucra diferentes elementos como: inversiones, financiamiento, innovación, acopio y distribución, insumos, mano de obra, gastos operativos, entre otros. Todo esto debe ser considerado para determinar el precio de dicho bien. Un ejemplo que podemos destacar son: los ciclos de cultivo de los productos agrícolas, como es conocido los momentos de cultivo ya vienen determinados por los ciclos de producción, por lo cual se debe garantizar las semillas para la siembra en el momento oportuno, de no ser así la producción se vería afectada de manera negativa, igualmente por su característica de productos perecederos la disponibilidad de acopio y distribución involucra costos variables, según la época del proceso productivo; todo ello influye en la producción del sector agro-industrial, en el encadenamiento aguas abajo.

Otro factor a considerar es la demanda de un bien o servicio, según la época de año, así como los niveles de producción o disposición de bien en un determinado período, el precio varía de acuerdo a la demanda y oferta del producto. Por ejemplo, durante los meses de julio y agosto el precio de los paquetes turísticos tienen a incrementarse, dado que un número mayor de personas solicitan esos servicios comparado con los otros meses del año.

El Estado Venezolano, en el impulso de transformación del modelo rentístico, ha establecido como medida de protección de los ingresos de la clase trabajadora la Ley Orgánica de Precios Justos. Su aplicación la podemos observar en una primera fase en la inspección de productos terminados en las unidades de comercialización, específicamente en los productos importados adquiridos por los comerciantes con divisas preferenciales cuyo valor es establecido en el control de divisas de la nación. Esta medida busca desacelerar la inflación especulativa, estableciendo un margen de ganancia justo que no exceda de 30 puntos porcentuales. En la segunda fase, consiste en representar los modelos sistémicos de los encadenamientos de productos, niveles de producción, niveles de financiamiento, inversiones en investigación y desarrollo existentes, así como el intercambio entre países hermanos dentro de convenios establecidos.

Ahora bien, en cuanto a la finalidad de los procesos de transformación del modelo rentístico impulsado en Venezuela, en el Plan de la Patria 2013-2019 se exponen una serie de políticas públicas, como la creación de unidades económicas para incrementar la producción nacional, de carácter regente por el Poder Popular, con mayor intervención en el modelo económico; incluyendo también la conformación de empresas grannacionales, con mayor influencia Latinoamericana.

Por otro lado, es primordial destacar la revolución agraria como punta de lanza en la transformación del modelo económico imperante, como base para el despliegue productivo nacional, ejemplo de ello es: la mecanización de la tierra, el uso de la química y la petroquímica, el empleo de la energía eléctrica, los sistemas de riego, la consolidación de caminos y nuevos modos de transporte como el ferrocarril, así como la facilidad de financiamiento y mejoras en la tecnologías agroecológicas; todo ello bajo el control estipulado por el Poder Ejecutivo y el Poder Popular. Sin embargo, a lo largo de la historia contemporánea de Venezuela se han creado monopolios y mafias de distribución, que han conseguido pagar precios bajos a los productores y así especular, incrementando el precio de los bienes finales. Por ello se debe tener una visión integral de lo que en revolución se ha denominado el retorno al campo, propiedad colectiva sobre los medios de producción y el buen vivir en el campo: consolidación de la comunidad con servicios básicos, escuelas, liceos, educación universitaria, centro de acopio, centro de agroindustria, centro de distribución de productos terminados; esto es un proceso incluyente donde se busca que el productor agrario sea el sujeto histórico de la revolución.

Todo este conjunto de aspectos previamente mencionados, se encuentran presentes en el proyecto desarrollado por la Fundación CENDITEL, bajo la denominación de Mapa Productivo Venezolano, como herramienta de apoyo para para la planificación de políticas públicas dirigidas a impulsar el sector productivo del país.